Muchos de los actuales paraísos fiscales fueron colonias británicas y
antiguos refugios de piratas: Islas Caimán, Islas Mauricio, las Seychelles, las
Bermudas o el mismo Gibraltar. Los Hawking, Drake, Morgan repartían sus botines
y entregaban una parte a la corona de Inglaterra a cambio de protección, pues
eran súbditos con patente de corso, corsarios. Hoy las grandes fortunas evaden
su dinero del fisco en los mismos enclaves que sus parientes del XVI y XVII. Y
también a cambio de amnistías fiscales y acuerdos, entregan una parte del
producto de sus fechorías a la Hacienda de los Estados.
Reverbera en las blancas fachadas el sol de las primeras horas de la tarde. Procuramos, en nuestros paseos por la plaza de un pequeño pueblo valenciano, no salirnos de las islas de sombra que trazan los plátanos sobre la tierra rojiza y ardiente. Silencio de sueño, calma profunda de siesta veraniega. Los únicos que vivimos en este ambiente exuberante de luz somos mi amigo y yo, que conversamos bajo los árboles de la plaza, los niños que ganguean a gritos sus lecciones en la escuela próxima, siguiendo el venerable método morisco, y los enjambres de insectos que aletean, zumban y trepan en torno de los plátanos. Calla de pronto el coro escolar, y por las ventanas abiertas llega hasta nosotros la voz de un niño, el más aplicado tal vez, que recita una fábula: La cigarra y la hormiga . Como el griterío de una muchedumbre alborotada que contesta a ultrajantes alusiones, suena el chín-chín de numerosas cigarras moviendo sus cimbalillos entre las cortinas del follaje. Mi amigo el naturalista ...
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