Una de las formas de evitar intromisiones legales es blindar las operaciones con una coraza de jerga impenetrable. Cleptopía acierta a traducir todos esos trabalenguas y destapa lo que son: estafas. Los banqueros y las aseguradoras cobran tarifas exorbitantes por sus servicios porque han creado un universo de jerga que la gente corriente es incapaz de comprender. Al principio debió ser un lenguaje utilitario para ganar dinero de forma legítima. Pero cuando esos tíos empezaron a tramar conspiraciones criminales cada vez más elaboradas, aquella verborrea enloquecida se convirtió en un escudo contra el escrutinio público, porque nadie era capaz de entender qué diantre estaban hacie ndo, ni siquiera consultando los documentos adecuados. Eso explica por qué periodistas como yo pasamos una gran parte del tiempo traduciendo sus términos a lenguaje normal. Cleptopía ofrece multitud de ejemplos de política pro-Wall Street en la administración Obama, especialmente en lo que concierne a la refo...