Pasé toda la noche
leyendo el Libro de la Vida ,
suspendido entre sus páginas de luz y de sombra, de vigilia y de sueño. Poco
antes del amanecer, comprobé con angustia que ya estaba a punto de llegar al
final. Traté por todos los medios de alargar la lectura del texto, de estirar
en lo posible su contenido. Llegué a la última página, leí el último párrafo, y
después la última palabra de la última línea, la última letra...
Todavía no he terminado
de leerlo.
#amanecer
Rafael Gonzalo
Rafael Gonzalo
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