Así que los yihadistas se mezclan con los refugiados sirios, se recorren a pata cuatro o cinco países, cruzando controles y sufriendo toda clase de penurias, son enviados a campos de refugiados donde tendrán que superar una criba exigente con el riesgo de ser descubiertos… Y todo esto para colarse en España. ¿Y no será más fácil para un yihadista coger un vuelo en Estambul, por ejemplo, o incluso en París o Londres, y presentarse en Barajas en clase turista, y ya estás en España dispuesto a poner bombas? Vamos, digo yo.